Los rellenos faciales se han convertido en el segundo procedimiento no-quirúrgico más popular en la Cirugía Plástica. Son sustancias que se aplican en la cara para solucionar diferentes problemas, tales como corregir arrugas y surcos, dar volumen a determinadas zonas de la cara como los pómulos, corregir las arrugas finas alrededor de la boca, los labios, o revitalizar la piel de forma natural y mediante un procedimiento sencillo.

La utilización de rellenos logra excelentes resultados estéticos sin la necesidad de recurrir al bisturí. Se implementa a través de diversos productos muy importante que sea material médico y aprobado por la FDA, estos pueden inyectarse en la dermis para corregir líneas de expresión, arrugas y surcos. También, son utilizados para dar volumen a los labios, pómulos o realizar un modelado facial y logran resultados altamente satisfactorios. Suelen indicarse, además para rejuvenecer las manos.

Cabe destacar que los resultados no son permanentes, por lo que se recomienda tratamientos de mantenimiento. La duración es de varios meses, dependiendo de factores personales.